…Y por el poder de una palabra, empiezo de nuevo mi vida, nací para conocerte, para nombrarte LIBERTAD*

Paul Eluard. In Poésies et vérités, 1942.

Escribir sobre la poesía actual y su permanencia en la ciudad de París nos lleva a reflexionar sobre la multiplicidad de factores que participan en la creación y difusión de este género literario. Así, podemos insistir sobre la disyunción existente entre el éxito de la poesía como práctica y su ausencia en el espacio mediático francés ligada a la parte minúscula que representa en el mercado editorial cuyas mejores ventas conciernen autores considerados clásicos y que forman parte de los programas educativos.  Es el caso de poetas decimonónicos como Víctor Hugo, Arthur Rimbaud o Paul Verlaine e igualmente de otros de principios y mediados del del Siglo XX, entre los que citaremos a Guillaume Apollinaire, Paul Valéry y Louis Aragon, o de poetas más contemporáneos como Yves Bonnefoy. No es de extrañar entonces, que, gracias a la permanencia de sus obras a través de dichos programas, estos autores se hayan convertido en referentes literarios para las nuevas generaciones.

Es de señalar que, en el caso de Rimbaud, su imagen trasciende el hecho poético para convertirse en símbolo de rebeldía, lo que implica en sus jóvenes lectores una intimidad relativa al deseo de aventuras y de contestación. Igualmente, Éluard, cuyo poema Liberté publicado clandestinamente durante la ocupación alemana en 1942, marcó después la generación del 68, al ser escritos algunos de sus versos sobre los muros de la ciudad durante la revuelta que gestó un hito social y político.

Contrariamente a lo que ocurre en los países anglosajones, existe en Francia poco vínculo entre el mundo periodístico y el de la poesía lo que determina la poca visibilidad de esta última sobre todo para aquellos que no muestran por ella un interés particular.

No es posible que desvinculemos el París actual del resto de Francia en materia de creación literaria. La ausencia hoy de movimientos específicos que definieron el campo poético de la modernidad induciendo posicionamientos disímiles entre neo-líricos, formalistas y estructuralistas, así como la afirmación teórica de diferentes movimientos, no impide la existencia de una producción marginal heterogénea. Esta no obedece a cánones definidos, pero se beneficia de la voluntad (¿necesidad?) de los que participan en ella reuniéndose en grupos de trabajo y de lectura cuyos miembros en muchos casos carecen de los elementos referenciales muy a pesar de la formación escolar básica a la que tuvieron acceso a través de la enseñanza. Así, en Francia como en otros países, muchos de los que se dedican al género, escriben pero no leen ni a sus predecesores ni a sus contemporáneos limitando las lectura a la producción poética de su entorno.

Sin embargo, conjuntamente a la creación marginal, los pensadores universitarios, a la vez poetas y críticos literarios, continúan analizando las diferentes vías de la poesía contemporánea francesa, inscribiéndola en la historia de la modernidad, de su evolución y aportando una producción poética con sustentos firmes que acompañan sus publicaciones. El poeta ensayista Jean-Claude Pinson se interroga sobre los vínculos “entre práctica significante y acción política revolucionaria” partiendo de la época bisagra que constituyó  el estructuralismo y la revista Tel Quel para decir que “los poderes de la poesía son limitados al espacio del texto, y que las opciones del textualismo no son más que una revolución por la forma”. Esto puede aplicarse hoy en cualquier país frente a una literatura de denuncia y de desesperanza.

La citación nos lleva a un sinnúmero de autores esenciales, teóricos del quehacer literario que han marcado y delineado el análisis de la Poesía francesa. Nos limitaremos a citar algunos nombres pues el objeto de este artículo es otro: Roland Barthes, Philippe Solers, Gilles Deleuze, Jean-Edern Hallier…

Puesto que en la actualidad no existen cánones definidos para la creación poética francesa, asistimos a una gran diversidad creativa: multitud de estilos, versos regulares o libres, prosa lírica o literalista, oralidad, minimalismo, hibridez de géneros… 

Estas prácticas divergentes sin asentamiento teórico interrogan muchas veces la realidad al trabajar la lengua sin obligatoriamente implicarse en el debate sociopolítico del momento. El fin de las utopías políticas sería quizá una explicación que nos permitiese comprender el advenimiento de la postmodernidad, o su fin, adoptando el término de “lo extremo contemporáneo” definido por Michel Chaillou en 1989 que incluye “la complejidad caótica de una literatura siempre en movimiento”.

París, como otras ciudades de Francia, cuenta con manifestaciones ligadas a la creación poética. El Mercado de la poesía creado por Jean-Michel Place y Ariette Albert-Birot en 1983 expone y ofrece a la venta poemarios publicados por las editoriales participantes y tiene lugar todos los años a finales de primavera. La primera edición de la Primavera de los poetas tuvo lugar en 1999 en toda Francia y Quebec con la finalidad de difundir la poesía. Desde entonces cada año se asigna una temática. La edición 2021 reposa sobre el deseo. Fue imaginada por Jack Lang, antiguo ministro de la Cultura. La Maison de la Poésie fue creada para difusión del género. Hoy incluye todo tipo de actividades literarias habiendo sido bautizada en 2012 con el nombre de Maison de la Poésie – Scène littéraire.

Independientemente de estas manifestaciones que podríamos considerar “oficiales”, otras actividades marginales ligadas a la poesía tienen lugar en bares, locales de asociaciones, apartamentos… Es el caso de los eventos políglotas organizados por el uruguayo Julio Rivero Ooijer, poeta y editor de Sin Licencia Editorial cuyas publicaciones cartoneras bilingües francés/español son bellísimas. Es igualmente el caso de SpokenWord Paris que se define como “una tribu de personas nómadas amantes de la poesía, de la escritura y del canto. Un lugar para angloparlantes perdidos y creativos” cuyas actividades tenían lugar cada lunes antes de la pandemia.  

No podemos olvidar la importancia del Spoken Word en el mundo del Hip Hop que puede sorprendernos por la cadencia y la rítmica al abordar temas que van desde la violencia hasta el amor.

La actual pandemia impide por el momento que estos grupos alternativos continúen sus actividades que van desde encuentros, hasta la venta callejera de libros. Sin embargo, son muchos los portales que ofrecen un acercamiento digital al género, así como actividades por zoom.

Cabe señalar que París sigue siendo un cruce donde coinciden gente de todo el mundo, en el que tantos eventos literarios nos han permitido conocer autores como el haitiano Frankétienne, poeta inmenso, la norteamericana Patti Smith y otros más jóvenes con gran talento como Emmanuel Vilsaint, Miguel Ángel Sevilla, James Noël o Julio Rivero Ooijer por mencionar algunos.

Para terminar, les propongo la lectura del poema Risa de este último en la versión española.

Risa

 Se mezclan
 tu sonrisa y la deconstruction
 la vida y el calentador
 las pequeñas puertas de la rue Crimée
 tus cabellos largos
 y los árboles de la jungla
 el silencio sincero
 el consejo del tarot a orillas del Sena
 Somos la bruma
 y lo concreto
 sobre el trampolín de los niños

Notas:

  1. Jean-Claude- Pinson Habiter en poete; essai sur la poesie contemporaine. Hall du livre 1998.

2. https://bit.ly/3378LPT

3. Julio Rivero Ooijer, In La nuit des arbres. Sin Licencia Editorial 2020.

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Nelson Ricart-Guerrero es escritor y artista visual dominicano, residente en París.

Imagen de portada: Selección de libros de Sin licencia editorial.

Imagen dentro del texto: Foto de dibujo de Aquiles Azar, por Tony Fondeur.