Hasta el momento, 115 millones de personas han resultado afectadas por la pandemia de COVID y más de 2.6 millones de estas han fallecido. En la República Dominicana 250 mil personas han padecido dicha infección y más de 3,100 han muerto. Se trata de un desafío extraordinario al orden político y económico mundial, que ha debido reaccionar con todos los recursos disponibles para encontrar alternativas y formas de contener este mal.

La ciencia ha avanzado, y al cumplirse el primer año de la pandemia se cuenta con por lo menos cinco vacunas efectivas para inmunizar a las personas ante los efectos del virus. La solidaridad y la tan socorrida igualdad entre las naciones no ha sido puesta en vigencia. Los países ricos han invertido todo su empeño en ser los primeros en acceder a las vacunas, con la agravante de que han puesto límites a los fabricantes para dar prioridad a los ciudadanos del primer mundo, y África y América Latina, por ejemplo, han aguardado con paciencia el desamparo impuesto por la debilidad de organismos como las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud.

El presidente Luis Abinader, en su discurso del 27 de febrero, dijo con claridad que la solidaridad internacional había fracasado. “Permítanme en este punto decir alto y claro, que en este tiempo hemos sentido la falta de solidaridad de los países más desarrollados, hasta el punto de que la mayoría de los compromisos de entrega de vacunas se han ido postergando de forma injusta. No pedimos que nos las regalen. Solo que dejen que los laboratorios cumplan con lo acordado”. 

La pandemia de COVID ha traído una nueva realidad. La virtualidad o telepresencialidad se ha impuesto. El confinamiento y las restricciones de horarios y actividades es lo que prima en todo el mundo. La República Dominicana no está ajena a esa nueva realidad. Fue el 19 de marzo de 2020 que el Congreso Nacional, mediante la resolución 62-20 aprobó el estado de emergencia y autorizó al Poder Ejecutivo a disponer toque de queda en todo el territorio nacional. El primer decreto no. 134-20 lo emitió el presidente Danilo Medina el mismo 19 de marzo, estableciendo aquella disposición por 25 días. Esos decretos se han ido repitiendo hasta el día de hoy. El último fue el no. 107-21, firmado por el presidente Luis Abinader el 19 de febrero de 2021, manteniéndola por un período de 25 días más.

Aparte de los horarios de restricciones, los dominicanos hemos sido creativos, estableciendo, luego del horario del estado de emergencia, tres horas de libre circulación en automóviles, y aunque la mayoría de la sociedad sigue estando de acuerdo con el confinamiento, una buena parte de los negocios y de los más jóvenes encuentran alternativas para pasar el rato, disfrutar, celebrar actividades y burlar las disposiciones oficiales. La Procuraduría General de la República, con la doctora Miriam Germán al frente, estableció multas para los violadores de los horarios, y debió rectificar rápidamente por la reacción y porque no hay ninguna disposición legal que justifique las multas.

Marzo es el mes del cumpleaños del primer caso de COVID en nuestro país, que se registró en un turista italiano de 62 años, Claudio Pascualini, y a quien se atribuye haber traído el virus, siendo hospitalizado en el centro médico militar Ramón de Lara, donde recibió tratamiento hasta su cura definitiva y retornó a su país. Era imposible que el virus se mantuviera fuera de las fronteras dominicanas. La provincia Duarte, con San Francisco de Macorís como municipio cabecera, ha sido de las más afectadas y donde mayor tasa de letalidad ha sido registrada.

El impacto ha sido devastador. Más de 500 trabajadores de la salud han sido afectados, varios de ellos fallecidos. Las atenciones a las enfermedades catastróficas y otras afecciones ha bajado de calidad y toda logística hospitalaria gira alrededor del COVID, afectando terriblemente emergencias y cuidados intensivos. La República Dominicana ha actuado tratando de proteger empleos y empresas en riesgo de perderse definitivamente. El turismo, la agroindustria, los servicios y la actividad industrial son sectores básicos para la economía. La economía informal ha sido también muy afectada. El esfuerzo del gobierno ha sido mayor en estas áreas, para impulsar actividades y evitar una hambruna, o una explosión social de consecuencias imprevisibles.

Plenamar ha querido poner su atención, con motivo de este primer aniversario del COVID en la sociedad dominicana, en aspectos altamente delicados. Y por ello hemos invitado a especialistas a tratar algunos de los temas que nos inquietan y nos mueven. 

La salud en primer lugar. Robert Paulino es el director del Instituto de Medicina Tropical & Salud Global de la Universidad Iberoamericana, investigador titular de la Carrera Nacional de Investigación en Salud del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), Investigador del Año en la categoría Salud del Premio Nacional de Investigación del MESCYT, y Director Científico del Comité De Emergencia y Gestión Sanitaria COVID-19. Nos presenta un trabajo sobre el comportamiento del virus en la sociedad dominicana, y los momentos de mayor nivel de contagio, vinculados con acontecimientos sociales y políticos inevitables.

José Rafael Mateo, infectólogo, Fellow de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Norteamérica (FIDSA), de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas Pediátricas (FPIDS) y de la Academia Americana de Pediatría (FAAP), además Profesor Clínico Asociado de Pediatría en la Florida Atlantic University y Profesor Clínico Asistente de Pediatría en The University of Vermont, nos ofrece un lúcido y completo texto sobre Coronavirus, pestes y vacunas.

En la educación hemos tenido un gran debate, especialmente por la virtualidad y telepresencialidad de la educación. Dinorah García Romero, investigadora del Centro Cultural Poveda y Directora del Proyecto Instituto Superior de Estudios Educativos Pedro Poveda, sostiene que hay debilidades que afectan seriamente la educación dominicana en este tiempo, por ejemplo, la escasa vinculación de la educación con las comunidades y la falta de un programa de estudios con mayores fortalezas.

La familia y el COVID es otro de los temas que hemos querido abordar, a cargo de la doctora Soraya Lara Caba, psicóloga, terapeuta familiar, PhD en Salud, psicología y psiquiatría, presidenta del Patronato de Ayuda a Mujeres Maltratadas (PACAM). La pandemia ha convertido en vulnerable a una gran parte de la sociedad dominicana, y propone ofrecer asistencia profesional a personas en dificultades y en confinamiento. El título de su ensayo es Intersubjetividad, pareja y pandemia, y les invitamos a su lectura.

Nadia Lugo, nos presenta un texto titulado Arte y pandemia, nuevos modelos económicos, en el que nos invita a reflexionar sobre el impacto que sigue teniendo la tecnología en nuestras vidas y en nuestros modelos económicos. Todo se ha digitalizado, incluyendo las obras artísticas, los museos, la música, el cine. El sistema productivo y el sistema cultural dominicano deben utilizar diferentes plataformas digitales que apoyen y fomenten las producciones de los artistas dominicanos, quienes también deben seguir buscando nuevas tecnologías para realizar sus obras, y es aquí donde podrían estarse perdiendo oportunidades, en medio de la pandemia.

El economista Isidoro Santana, ex ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, nos ayuda a entender esta pandemia de COVID relacionada con el endeudamiento público y sus límites. Hay dos tendencias entre los economistas: si seguimos endeudándonos y garantizamos el crecimiento del PIB o si nos enfrentamos a una nueva debacle financiera con los compromisos que asumimos para enfrentar esta inesperada crisis. Por último, agradecemos las imágenes aportadas por la destacada artista plástica Iris Perez Romero las cuales son un reflejo de la resiliencia del creador aun durante tiempos apocalípticos como los actuales.Con la entrega de este número cumplimos un rol como medio interesado en los temas culturales y sociales, y ponemos en perspectivas el futuro de la sociedad dominicana a partir de la pandemia de COVID, algo sobre lo que, hasta ahora, solo caben especulaciones. Esperamos que aprovechen estas lecturas.

En portada: Acompañados, 2020. Iris Perez Romero.