CURAR el ojo – Pensar lo MIRADO – JUGAR lo pensado.

Ecuación lúdica y poética del oficio.

El ojo es un dardo con múltiples blancos en movimiento.

La mirada se vuelve catapulta lúdica hacia el pensamiento.

Pensar el acto de la creación es alinear y curar los blancos contra todo dardo.

Curar la mirada será siempre oficio revelador de pulsiones ocultas.

Resonancias transgresoras  y acciones en rebelieón indescifrables.

Caribo

A priori – Bitácoras del Oficio.

El arte es la adivinanza insaciable del espíritu humano. Instinto e intuición le fueron otorgados como atributos de saber paralelo a su perplejidad de creación. 

El arte juega a la suerte del extravío desde su simiente y umbral de origen, transita como diluvio proscrito arando memorias, atemporalidades presentidas y saciedad de exilios en todo su acontecer posible.
El arte es la ración y razón de una especie que se piensa, imagina y se reinventa en su negación. Salto al vacío luminoso, terrible laberinto redentor, delirio de lo otro deseado.
Al homo sapiens le fue prohibida la sed en el instante propicio de imaginería del fuego y su bélico gesto social. 
Pensar fue su condena de incertidumbre lúdica ante su bestiario depredador de sobrevivencia.
A la caverna debemos el eterno desamparo de la duda y toda la utopía contemplada en la nada.

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Vocación – Impulso – Descubrimiento

Formación – Influencias – Experimentación

 Búsquedas – Encuentros – Latente pulsión 

¿A caso mi voz?…

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*El oficio consagrado sin duda es la impronta para toda evolución creativa.
El blanco de honestidad será la coordenada útil a tu dardo visor, guardiana leal de recorridos y estaciones aleatorias.


*Curar el ojo – Pensar lo mirado – Jugar lo pensado es la ecuación lúdica y poética en mis oficios de Diluvios en Equilibrio.


*Ampararse en lo singular ante toda conquista de cruces de caminos, dilemas y tentaciones personales, es territorio fértil y promisorio arar en rutas propias de albricias.


*Compelida la forma a sus misterios de resonancias y emanaciones, celebra explosión inagotable, sólo la calma en alquimia y perplejidad funda el imaginario.

Atlantica


*La realidad de lo representado será aquel universo posible que sólo alcanza a proveer dimensiones sensoriales en lo tangible. Lo cercano y doméstico como resistencia íntima también revelará poder a la probalidad intangible.


*El placer por lo estético es una categoría próxima emparentada a la insatisfacción de goce ontológico.


*La vastedad de ser, de estar y del hacer, revelan procesos cognitivos y saberes lúdicos experienciales ocultos en su propia organicidad somática vivencial.

*La lúdica como fluir expansivo liberador de energía creativa es esa capacidad autónoma de apropiación y negación dialéctica en su fenomenología y caos de reinvención.


*Respuestas y preguntas habitan prolífero todo cuerpo de deseos cual rebeliones de “huéspedes secretos”, prodigio en seducción de causalidades atemporales.

*Toda creación transita caminos vinculantes de encuentros y desecuentros tejidos a su red de impulsos y búsquedas.
Acecha y suscita la incertidumbre como condición somática y expectación inexorables.
No se trata aquí de poseer control y dominio formal de la técnica en el campo de lo operacional de la artesanía útil y necesaria, más bien se debaten fuerzas de energías secretas, que estarían revelando -en paralelo- otras señales de conocimientos, visiones y saberes intuitivos.


*La capacidad del hacer en todo creador es proporcional a su capacidad de pensamiento.
El pensamiento en suprema autonomía de lucidez emana exponencialmente lo imaginario posible ante el creador.
El universo de lo inaginario es aquella ecuación vinculante de lo natural y lo cultural. 

*Conexiones ocultas en lo múltiple y lo diverso hacen del deseo una variable tangible de objeto perceptual y lenguaje paradójico.


*Ser y hacer en la creación son cualidades totalizadoras de funciones orgánicas reactivadas en circuitos identitarios al asombro. Pulsiones y resonancias que alumbran portales de apreciación a todo lo indescifrable.

*El instinto primario solo encuentra la voz de lo genuino en su corpus de significados y significantes, equivalencia revelada de honestidad.

*Todo hecho artístico como cuerpo expreso social globalizante, al igual que la construcción de la cultura está marcado, aludido por lenguajes multívocos de enigmáticos registros signados siempre por referentes estéticos e ideológicos.

*El cuerpo del creador al igual que el objeto en ejecución de su obra en proceso, fabúla y somatiza narrativas complejas, pocas veces comprensibles al ojo, pues todo intento valorativo y descriptivos se aproximarán más bien a alteraciones sujetivas de la memoria e imaginario colectivo en codificaciones de saberes verosímiles e inteligibles como soportes conceptuales.

*El arte es una provocación y convocación minada a campo abierto de lo posible.

*Todo acto de creación es oficio de adivinanza insospechada, rebeldía y transgresión de toda noción de realidad imaginada y palpable. Misterio sensorial en resonancia metafísica revelando rebelión de lo “otro-silencioso-insólito-visible”. 

Despertar laberíntico de los sentidos que no puede dar respuesta como tal, salvo en forma de lo diverso y maneras deversificantes, todo aquello que entraña lo arcano: impronta del rito, el mito y alegoría de lo secreto en atemporalidad de signos, gestos, códigos y registros deducibles, elocuencia asombrosa que se desliza en sorpresa de otredades.

*Todo objeto de arte como cuerpo litúrgico narrativo, detonador del imaginario colectivo, se hace sujeto personal trashumantes, conocimientos trasmisibles en propicio accionar y práctica materica, de ahí que todo su proceso descifrable será siempre ineludible transferencia lúdica y multiplicidad de contenido: equivalencia multívoca de significado y significantes.

Botija. Memorias del agua

Bitácora. Collage

Caribe, el hombre que espera

Conversación inútil

Caribe, parte atrás

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Miguel Ramírez es artista visual, teatrista y docente. Contemplador en la imagen y la palabra.