Belerofonte no habría Ganado su legendaria fama de no ser por La Quimera. En los relatos de la mitología griega el hijo de Poseidón se enfrenta a un poderoso monstruo de tres cabezas que escupía fuego. La Quimera tenía una cabeza de león, una de macho cabrío y en su cola una cabeza de dragón. Gracias a la ayuda de la diosa Atenea, que le entregó unas riendas de oro para que pudiera domar a Pegaso. Cabalgando el caballo alado Belerofonte pudo derrotar a Quimera. Así como en esos épicos relatos el cine también ha necesitado de horrendos e invencibles antagonistas para resaltar a sus figuras heroicas. La dimensión de un protagonista es directamente proporcional a el peligro que enfrente, así “el malo” de la película es quien prepara el terreno para que “el bueno” se encumbre.

La ancestral lucha del bien contra el mal se ha plasmado de mil maneras en el cine. Desde las comedias más disparatadas, pasando por las historias más aterradoras y hasta en los dramas más intensos. La variedad es la norma y el género por lo regular determina el tipo de antagonista que se nos dibuja. Los hay de mucha complejidad psicológica, otros más prácticos y sin otra meta más que hacer el mal y algunos que se balancean en las líneas de los antihéroes.

Son tan finos los guionistas y los realizadores que en más de una ocasión nos han hecho vitorear a los malvados. Sus discursos, en ocasiones envueltos en una grandilocuencia que embelesa, nos llevan a justificar sus acciones y sirven para que la empatía haga presencia.

Otra fuente inagotable de seres abominables es la de los monstruos sobrenaturales. Los estudios Universal sacaron mucho provecho a estas figuras y establecieron franquicias que siguen ordeñando sin parar. Drácula, La Momia, El Hombre Lobo, Frankenstein y hasta el más reciente en ser resucitado, El Hombre Invisible. Como trabajadores en una fábrica todos fueron cubriendo su turno para enriquecer las arcas de los estudios y aterrorizar a las audiencias desde principios de los años 30 hasta este recién estrenado 2020.

A finales de los 60, George A. Romero (1940-2017) inquietó a los cinéfilos con La Noche de los Muertos Vivientes (1968) un clásico del género de terror y la precursora del subgénero de las películas de zombis. Populares fueron en los 70 y 80 los slashers, que no son más que otro nicho dentro del género del terror. Por lo regular estos filmes se construyen desde la premisa de un asesino que persigue a adolescentes y están marcadas por mucha violencia gráfica. Ahí podemos mencionar cintas como La Masacre de Texas (1974) de Tobe Hooper y las franquicias de Viernes 13 y Pesadilla en la Calle Elm.

Seguro que cada cual tiene sus favoritos, aquí algunos de los más determinantes y memorables en la historia del cine.

El Padrino

En 1972, Francis Ford Coppola sacudió el mundo de los cinéfilos y en el camino creó un ícono de la cultura popular. Por siempre referenciada y aclamada sin cesar su adaptación de la obra de Mario Puzo no hace más que crecer con el paso de los años. El Padrino también nos legó personajes inolvidables y líneas que recitamos como si fuera algún credo. Tal vez la figura más imponente llega con la silueta de ese Don Vito Corleone interpretado por Marlon Brando.

Vito Corleone es la mente maestra que ha logrado escalar y establecerse como uno de los jefes más importantes de la mafia italiana en Nueva York. Detrás de su impecable figura patriarcal y sus memorables consejos sobre los negocios y la familia tenemos a un hombre implacable capaz de matar y extorsionar con tal de lograr su objetivo. Si bien la primera parte de la trilogía de Coppola nos presenta a un Vito en el ocaso de su vida su presencia igual abruma e intimida.

T-800

James Cameron revolucionó el cine de acción El Exterminador (1984). El indestructible robot del futuro que encarnó Arnold Schwarzenegger fue tan trascendental que años más tarde le darían un giro a la historia para convertirlo en el héroe. De asesino despiadado a protector y salvador. Como antagonista el papel no le exigía más que una presencia regia en pantalla a Arnold y junto con sus músculos eso fue suficiente para hacerse un espacio en la historia del cine.

Darth Vader

En 1977, un Geroge Lucas casi en la quiebra presentó al mundo el primer episodio de una de las franquicias más rentables en la historia del cine. La Guerra de las Galaxias se convirtió en todo un fenómeno y dentro de ese universo nació uno de los antagonistas más representativos del cine, Darth Vader. La figura omnipotente, ataviada en un impecable traje negro y con una voz intimidante es sinónimo inequívoco del mal. Seguro que si incluyeran una silueta de Vader en la prueba de Rorschach todos responderíamos lo mismo. 

Dr. Hannibal Lecter

Tal vez el villano más sofisticado es el Dr. Lecter de Anthony Hopkins en El Silencio de los Inocentes (1991). El pausado y metódico caníbal y asesino en serie pasa gran tiempo del filme tras las rejas desde donde ayuda a una ingenua Clarice Starling (Jodie Foster) a resolver el caso de otro asesino en serie. Aun cuando está completamente maniatado y con un bosar ese Lecter resulta amenazador, su mirada es pura maldad y su calma nos eriza la piel.

El Guasón

Del mundo de las tiras cómicas El Guasón es uno de los villanos que mejor suerte ha tenido en el cine. En la pasada ceremonia de los premios Oscar vimos a Joaquin Phoenix llevarse el premio a mejor actor por su interpretación del malvado de la casa DC. Lo mismo había hecho, de manera póstuma, Heath Ledger cuando dio vida al mismo personaje en El Caballero Oscuro (2008) de Christopher Nolan. Vale mencionar que también Jack Nicholson se calzó los zapatos del antagonista por excelencia de Batman en la versión ochentera de Tim Burton.

El Conde Orlok

Nosferatu (1922) de F.W. Murneau se convirtió en la primera adaptación de la novela, Drácula de Bram Stoker. El vampiro siempre sediento de sangre humana ha sido repasado un montón de veces en la gran pantalla. Murneau con su estética expresionista construyo un filme de culto y una referencia para las futuras películas del género.

Cesare

Otra joya de la década de los años 20 es El Gabinete del Dr. Caligari de Robert Wiene. Si bien el sonámbulo Cesare es el arma que comete los crímenes es el Dr. Caligari la mente malvada que mueve los hilos. Estamos ante una de las obras más importantes del género de horror y de las más influyentes del Expresionismo Alemán.

HAL 9000

Stanley Kubrick se las ingenió por hacer que una simple computadora se convirtiera en uno de los villanos más despreciables. En 2001: Una odisea del espacio (1968) las super computadora HAL 9000 pasa de ser el mejor aliado de los exploradores espaciales a su peor enemigo. El momento en que HAL toma control de la situación para preservar la misión el filme adquiere tonos de terror.

Alien

Otro que cambió las reglas del juego fue Ridley Scott. En 1979 el terror alcanzó otro nivel cuando el director nos presentó a un ente alienígena casi indestructible. Ripley (Sigourney Weaver) será la única salvación. Del cine de monstruos Alien es otra franquicia que se mantiene viva y es una referencia en el género.

Norman Bates

Solo la secuencia de la ducha de Psicosis (1960) del maestro Alfred Hitchcock vale para recordar a Bates. El trastornado mental del clásico de Hitchcock es una figura que ha sido replicada un sin número de veces en el cine. Fue tan impactante el papel de Anthony Perkins como el asesino Norman Bates que años después le siguieron dos secuelas que terminaron por ser sendos desaciertos. 

El Tiburón

Un enorme tiburón blanco causó estragos en un pequeño pueblo y marcó un precedente en la taquilla. Steven Spielberg con su Tiburón (1975) contribuyó para crearles una muy mala reputación a los escualos. Los acordes de la partitura de John Williams se convirtieron en el leitmotiv perfecto para instaurar el terror incluso antes de que las temibles mandíbulas asesinas aparecieran en escena. Spielberg le regaló al cine uno de los villanos más perfectos. Más de 67 millones de personas fueron al cine en los Estados Unidos a ver el filme convirtiéndolo en el primer blockbuster de verano.

Peter & Paul

Dos jóvenes asedian a una familia que pasa sus vacaciones en una cabaña en las afueras de la ciudad. El director Michael Haneke crear horror desde lo ordinario. Funny Games (1997) juega con nuestras emociones y Peter y Paul son los responsables. Esos jóvenes encarnan el mal puro, sin una razón más que encontrar placer en sus actos.

John Doe

Lo mejor de Seven (1995) es ver a los detectives Somerset (Morgan Freeman) y Mills (Brad Pitt) tras la pista de un maquiavélico asesino que selecciona a sus víctimas conforme a sus transgresiones de los siete pecados capitales. Durante todo el filme solo vemos las consecuencias de sus acciones y en un momento solo atinamos a ver su silueta. Cuando la identidad por fin se revela la audiencia se muestra aterrada e incrédula pues su frágil apariencia no se compadece con la ferocidad de sus crímenes. Kenvin Spacey hace que eso minutos que aparece en pantalla sean puro oro.

Hans Beckert

M, el vampiro de Düsseldorf (1931) de Fritz Lang es una obra maestra. La interpretación de Peter Lorre como el asesino de niños es simplemente magistral. La incapacidad de la policía de atrapar al misterioso personaje hace que toda la ciudad sume fuerzas para acabar con la masacre. Esta fue la primera película sonora de Lang.

El Desconocido

Todo el mundo sabe ahora quién es Joon Ho Bong, luego de que se adueñara de los premios Oscar con su Parásitos (2019). Pero con su segundo largometraje Memories of Murder (2003) el director surcoreano ya había parido su obra maestra. Un drama policíaco que lleva a dos detectives tras los pasos de un asesino serial. El villano aquí se nos da omnipresente y elude a su antojo los esfuerzos de los que le persiguen. Joon Ho Bong crea una atmosfera perfecta y un antagonista aún más perfecto solo con los relatos y las consecuencias posteriores a los hechos. Nunca conocemos su identidad, pero nos aterra igual como aterroriza a los residentes del pueblo donde se comenten los asesinatos.

Auric Goldfinger

No podíamos dejar al agente 007 fuera. Los villanos de Bond son de lo más variopinto y en lo particular me fascina el de Goldfinger (1964). El plan de Auric Goldfinger es desestabilizar la economía mundial y con su toque de rey Midas lo que convierte en oro lo mata.

Baby Jane Hudson

Bette Davis (1908-1989) era una fuerza indomable y en su duelo con Joan Crawford en ¿Qué pasó con Baby Jane? (1962) esto queda más que demostrado. Su interpretación como la niña que una vez fue una estrella de Hollywood y ahora es solo un alma atormentada es legendaria. Bette Davis construye con su personaje uno de los mejores villanos en la historia del cine.

Coronel Hans Landa

En 2009, Quentin Tarantino hizo gala de su obra más refinada con Bastardos sin Gloria. En su paleta de personajes resaltó el villano encarnado por Christoph Waltz, el coronel Landa. El nazi perseguidor de judíos es de los personajes más pintorescos que van a encontrar en película alguna. Ese año Waltz arrasó en todas las premiaciones gracias a su Landa y nos ha dejado una actuación para ser recordado por siempre. 

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Hugo Pagán Soto es mercadólogo de profesión cinéfilo por pasión. Director del la Distribuidora Internacional de Películas de 2015 a 2018 y Coordinador de Relaciones Públicas de la Cinemateca Dominicana en 2015.