Foto de portada: Lauristely Peña

Hijas del sudor de la lucha

y del sudor gélido del miedo,

hijas que ofrendaron sus cuerpos

a los dioses y a la tierra,

hijas que murieron 

arañando  el horizonte,

hijas de la utopía. 

“Y el cadáver, ay, siguió”  viviendo…  

                               A Laura Gladys Romero (20 años, embarazada de 4 meses, 
                               desaparecida el 9/4/76, víctima de los vuelos de la muerte)

Cansado el mar

de la complicidad

con la infamia,

cansado  de ocultar

tanta muerte, 

recogió en su vientre

 el cuerpo yerto,

limpió sus carnes

todavía frescas,

desbrozó ramas,

quitó las piedras atadas

a sus huesos,

lo acunó entre olas

y clamó la furia de los vientos. 

Cansado  de ocultar 

tanta muerte

el mar pujó con fuerza 

hasta el último  aliento

y manso

lo depositó en  la orilla

y lento 

regresó al lecho.

II

En caravana llegaron

las Madres,  las hijas

y las Abuelas, 

arroparon el cadáver

y lo entregaron

al corazón  de la tierra.

Pasaron días 

como siglos

hurgando en el fondo

de las  sombras,

tres décadas pasaron

desempolvando archivos 

hasta dar con las primeras

páginas de la historia.

III

Laura Romero era la niña, 

bajó de las montañas

con el hijo no nacido

y una maleta de sueños.

Laura Romero,

de veinte años,

llegó al centro

de La Boca,

un zarpazo 

la montó en un vuelo,

sin piedad 

la arrojó

al reino de los pájaros 

muertos.

IV 

Hoy,

Laura Romero

recorre  calles y plazas

en medio de multitudes

que abrazaron sus sueños.

Laura Romero y el niño

viven, 

son pájaros

en cielo abierto.

Margarita Drago (Rosario, Argentina). Poeta, narradora, doctora y catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Nueva York. Autora de Fragmentos de la memoria: Recuerdos de una experiencia carcelaria (1975-1980),declarado de interés cultural por la Cámara de Diputados de la nación argentina.