Terreno del Eros y otros Textos, obra a la que considero culmine y monumental del su creador, el poeta dominicano, amigo y sobre todo un ser cuya humanística y sensibilidad trascienden más allá de las fronteras de la “Media Isla”; Mateo Morrison.

Mateo Morrison no es parte de la “Media Isla”, sino de la isla completa, más aún, es parte de la lírica actual del Caribe, de una América empeñada en rescatar cada identidad y hacerlo de manera que ahonda, profundiza, para ser percibido no sólo desde esos territorios que nos rodean o esas fronteras acuíferas dónde se rompen las olas y las alas para emprender viajes más espirituales desde lo carnal.

Tuve la suerte de conocer a Mateo Morrison en su país hace 9 años, cuando de sus manos recibí un Premio de Poesía. Allí hallaron tras la piel donde me alojo, eso que nos ocupa y preocupa a quienes imaginamos mundos y buscamos mejores ámbitos de convivencia, a quienes desglosamos mediante palabras; imágenes escritas, aquello que es inevitable e ineludible acallar. Los poetas, desde nuestra naturaleza, tenemos la tarea de trasladar ideas sus aspectos y compendios a las conciencias.

Re-descubrí desde sensibilidades artísticas y poéticas, ese continente que nos invade y libera. Hubo una conexión instantánea con las voces dominicanas; cultas, abiertas, con una cosmovisión que ayuda a liberarse de esa frontera marítima que todos llevamos en el alma, para alcanzar otras dimensiones terrenales, espaciales, temporales y del pensamiento.

La pasión por la poesía y la revelación que desde la lírica y la poética, hace que nos hermanemos y expresemos. Ocasiones que nos brinda el destino, para capturar mundos internos, de unos y otros poetas, exhumando nuestro sentir por ámbitos y conceptos.

El poeta Morrison, desde su intensa actividad cultural, ha propiciado que otras, nuestras voces, también retumben en el consciente y en el inconsciente colectivo que ocupamos.  Trasladando con la palabra, como vehículo, aquello que llevamos y llegando a territorios comunes desde lo individual.

Aquí, llego al espacio poético que hoy nos ocupa y sus simbolismos: Terreno De Eros Y Otros Textos, título que sugiere espacios fluidos, néctar del paso imaginado y/o del paso realizado junto a otros textos.

El prologuista Plinio Chahín, describe los erotismos que abarca este libro como:

el masculino, el alquímico, el lingüístico, el corporal, entre otros.-

Marcio Veloz Maggiolo comenta de la obra del autor Morrison:

  • “Según muchos físicos matemáticos, como por ejemplo Robert Lanza, materia y espíritu

nacieron al mismo tiempo, y el Universo podría ser la metáfora del Logos, expandiéndose y enriqueciéndose simultáneamente, y que cuando reventó la luz aupada por el sonido, también nació lo espiritual fundido en la materia. La inspiración de cuerpo y espíritu continúan.”-

En ese espacio que se expande, el tiempo, medible e inmedible en distintas velocidades, recorre vacíos que el poeta ocupa con sus versos.  Mateo Morrison se ubica y nos sitúa diciendo:

-“Me instalo en una experiencia alterna a pensar en una millonésima parte de un átomo sensible, donde podían estar escondidas para mí.”-

Las indiferencias, dejan paso a la retirada. El autor dice: –“retirar mis olas de su mar.”-

Sin embargo las olas dejan curvas húmedas de luz y sombras sobre arenas blandas, el suelo que pisamos. Esta ventana que nos abre con movimiento natural; desvelan, revelan misterios, destilan enigmas, que expresa el poeta, dándonos claves para encontrar sus huellas.

Desde la mirada y la observación recorremos elementos; pupilas envejecidas con experiencias profundizando en heridas, hacen la cirugía del alma, esa que el galeno en precisión esgrime, para adentrarse y buscar raíces, matices. También pretende alcanzar la curvatura lumínica de la luz solar, y allí se reconoce y nos reconocemos. Otra materia, invisible, esa gaseosa de las ideas efímeras que todos portamos sin saberlo en ocasiones. Aquí el poeta, nos hace hallar; pensamientos, cuyo territorio individual también se expanden y quedan atrapados en el sueño, su sueño y el nuestro, deshojando instantes…  Paralelismos con libélulas (anisópteras), y, el poeta ve que no lo son, ve que se escapan entre vientos y brisas, y que nos llevan hacia otros espacios, otros lugares, otras estaciones.  Se reinventa y nos da nuevos espacios y tiempos para descubrirnos.

En ese pensamiento que Mateo Morrison destila, entrega, sale, quizás como alquilando esperanzas, desentrañamos eso que queda en cuerpos inertes. También, ese “karma” flotando entre los seres.  Sin embargo, ese navegar hacia lo profundo y desconocido donde quiere preñarse de luz, como en un imposible. Dejando al devenir la disposición de iluminarnos con lunas o darle estrellas a las cavernas, con inmensas energías atractoras que adivinamos. ¡Allí nos identificamos!

Entonces el mago, el poeta, Morrison, pesca en lagos para concebir las noches y tal vez sus Musas… Sueña una, dos y tres veces hasta un despertar húmedo. Encuentra apariencias que se confunden con el trasluz de lo imaginado, que lo lleva y nos lleva a submundos. Allí, él autor se confiesa, nos confiesa:

“No tengo vocación para cosas divinas. Esto que ven aquí, es materia simple sin considerable densidad: esporádicos chispazos del pensar.”-

Regresa a ese espacio trasmutado que flota entre la vida y la muerte que es el propio erotismo, y, sabe que vivirán entre sus restos, quizás en los de todas y todos.

Retrata el autor:

-“En mi cadáver, vivirán. No saldrán a verme mientras danzan en un convento: tumba o sacristía. Del costado izquierdo, como Evas guerreras liberan la mitad del esclavizado paraíso.”-

En ese espacio paradisíaco, llegan las negaciones de lo que es y no es posible. En el sueño, en donde el creador se inmersa, en el que sus neuronas y átomos flotan entre otros espacios, áreas y dominios… Morrison define:

-“Lo real y ficticio se parecen a la alianza entre el sonido y el agua, la poesía y la pintura, la locura y el amor.”-

Objeta el oxígeno y la atmósfera, la visión queda en el espejo, que no es otro que el alma del autor. Así Mateo Morrison refuta;

-“Lo del alma, es distinto. No sé medir espíritus.”-

El espacio/tiempo inexistentes, regresan nuevamente al espacio poético, sensorial, que el autor deshoja en sus poemas, e invoca que no se escapen, antes de que amanezca el instante, escalando su psiquis, la del lector igualmente, rescatando sendas que lo lleven y nos llevan al viaje galáctico que la propia mente crea, vaticina e inventa desde la memoria de sus pasos. Experiencias que contraemos, contenemos y en pálpitos de diástole y sístole, en el deseo de llegar al otro, desde nuestro reflejo ante el espejo, haciendo de nuestro múltiples universos, el propio, que nos identifica como entes únicos.

El silencio, igualmente presente es una capa invisible de bienvenidas y despedidas. Es la muerte presente desde el sueño. El autor Morrison dibuja en sus “logos”, palabras y versa:   

“…cansado; era una cáscara, una veta exangüe sin voluntad.”-

Lo real y lo ficticio transmigra, se alianza, explorando pensamientos que navegan entre la poesía, la prosa y las artes literarias, entre el amor y la locura, párpados que tiemblan ante la visión de lo real y/o imaginado, esas “Evas Guerreras” que lo retan, lo agitan, lo hacen dar pasos sobre funambulescas cuerdas donde suspende respiraciones entre el bien y el mal… entre lo real y el espejismo, para convertir sus tiempos en una ficción.

Desea la hamaca, donde dejar flotar treguas y esperas sin barrotes, esas esperas… LA ESPERA creada a través del “Eros” desde el origen.

Mateo Morrison nos lleva hacia otras dimensiones y engullidos por el tiempo en el reducto del espacio. Allí: LA ESPERA y LA ESPERANZA, nos traslada al ESPACIO de los dioses. Un lugar donde no; no hay raptos, ni lloviznas, ni naufragios, no profetiza el latido, no se conforma, no es posible arder y no dan tregua los abrazos. Nos rescatamos encontrándonos.

En una pulsión vital del autor, Morrison nos conversa e instruye:

-“No dejen de escribir antes de irse. No olviden aunque sea una huella en sus correos. No confundan la nada con el desamor y a éste con el odio. Despídanse del no querido, del ausente de hálito, del desapercibido por no danzar en la fiesta de Dionisio, del imperfecto ante el esplendor de Apolo. No le den latigazos desde sus imperiales estaturas, a los que no existiremos nunca en sus sísmicos corazones.”-  

En la espera se niega y reitera esgrimiendo:

-“que no sabe medir espíritus”-,   – “ni tiene vocación de adivino”-,   – “No salen a verle”-,  – “No es posible tocarlas”-,   -“el azogue es la ilusión de un espejo que miente”.-

Me atrevo afirmar que en este libro emerge la elegía en fulgor que destila un pensar más allá del “Eros” para entrar en el “Tánatos”, regresar al “Eros”, en el amor irracional, que se embarca más allá del aquí y ahora, “ninfas de Artemisa” que dan paseos, pulsiones de vida y muerte. Emerge lo sensorial del autor como flechas, sin pudor y con gozo, que transmiten y transmutan al lector.

No quedamos indiferentes ante los otros textos, el Logos, las palabras en prosa, latidos, pulsiones versadas e incluidos en este libro, recogiendo poemas de once (11) de sus más de treinta (30) títulos publicados y a los que invito a leer para su regocijo:

Aniversario del Dolor, Visiones del Transeúnte, Si la Casa se llena de Sombras, A propósito de imágenes, Nocturnidad del Viento, Voz que se desplaza, Espasmos en la noche, Dorothy Dandidge, Estático en la memoria, Tempestad del silencio, y,El abrazo de las Sombras, cuya portada tuve el placer y el honor de ilustrar junto a otros dibujados a plumilla, exhibidas durante la presentación del libro que tuvo lugar en la Fundación Corripio – Santo Domingo, en 2011.

Larga vida al distinguido Doctor Honoris Causa, Premio Nacional de Literatura en República Dominicana, el poeta Mateo Morrison y al amigo, agradeciendo, por darnos la oportunidad de leer nuestra propia conquista en sus textos y en “Terreno del Eros y otros textos”, y allí reconocerlo y reconocernos.


Ivonne Sánchez-Barea. Poeta, pintora y escultora. Veintidós libros de poemas publicados. Artículos y ensayos incluidos en revistas culturales, literarias y científicas. www.ivonne-art.com